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Tragedia en la ruta

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Una familia sufrió el pasado fin de semana un accidente en la ruta al Atlántico con saldo de dos personas fallecidas, y cinco más lesionadas cuando el piloto perdió el control de la camioneta en que viajaban chocó contra un poste y luego se precipitó al fondo de un barranco , informaron los Bomberos Voluntarios. Las víctimas mortales fueron identificadas como Manuela Sarat Cruz, de 52 años y Manuela Cristina Chacaaj López, de 11, abuela y nieta respectivamente, ambas personas fallecieron desmembradas, luego que estas salieran expulsadas del automotor tras el fuerte impacto al chocar contra un poste.

Abuela y nieta mueren
Abuela y nieta fueron expulsadas del carro.
El hecho

El percance ocurrió en el kilómetro 61 ruta al Atlántico jurisdicción de la aldea Agua Salobrega, Sanarate, El Progreso, cuando el vehículo con placas 067FNJ, y tras impactar contra el poste se precipito al fondo del barranco de aproximadamente 20 metros de profundidad. Paramédicos de los bomberos Voluntarios de la 101 compañía, informaron, se enviaron dos unidades a cubrir el percance por lo que se le prestó los primeros auxilios a cuatro niños entre ellos un recién nacido y dos adultos.

Los trasladados a centros asistenciales fueron Selvin Chacaaj, de 9 años; María Chacaaj, de 8; Leo Chacaaj, de 6; Lucilda Carolina Chacaaj, de11 meses; Lucía López, de 31 y Franklin Chacaaj, de 45. Según la Policía Nacional Civil (PNC), el piloto de la camioneta pudo quedarse dormido tras el volante, o bien otro vehículo lo pudo haber sacado de su carril al ir rebasando en curva, preventivametne se detuvo a Franklin Chacaaj, de 45 años, pues se presume era el piloto, quien quedó con custodia en el hospital.

Abuela y nieta mueren
Al fondo del barranco quedó la camioneta.
Caja de datos Iban a Zacapa

Carlos Jax López, de 30 años, al identificar los cuerpos de su suegra y una sobrina de su esposa, además indicó que habían salido de San Juan Sacatepéquez y se dirigía a visitarlos a Gualán Zacapa y habían rentado un carro en cual viajaban y previamente habían ido a traer a su suegra a Quiché. Familiares quienes llegaron al lugar del percance horas más tarde sufrieron crisis nerviosa, pues no daban crédito a lo ocurrido y no dejaban de llorar.

 

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