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“Ojalá que mi hijo se haya reconciliado con Dios”

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El que mataran a su hijo no le dolía más, “espero que haya tenido la oportunidad en los últimos segundos de su vida de reconciliarse con Dios, y salvarse, pues se había alejado de los caminos del Señor”, dijo Eddy González, pastor evangélico que reconoció el cuerpo de su hijo, Moisés Emanuel González Muñoz, de 15 años. “La verdad, como patojo, siempre le gustaba ‘rifar’ ‘el barrio’ con los muchachos, si venía conmigo, allí le solté, hasta le di una bolsa negra, en donde le compré ropa, minutos después escuché los plomazos, el patojo venía con mi hijo, no sabía que el otro niño tenía problema.

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Los vecinos de la colonia 4 de Febrero de la zona 7, se solidarizaron con el pasto Eddy González.

Aquí predico en esta colonia, soy pastor, aún ayer lo regañé a que no se involucrara, no quiso, estuve cuidándolo, ya le había puesto en manos de Dios, pero escapó, todavía espero en esta corredera se haya reconciliado con Dios, ahora la muerte no la atribuyo a ningún hombre, porque esto está establecido por Dios, eso no es problema que Dios bendiga a los muchachos, solamente que tenga cuidado, pronto Dios los llamará y entregarán cuentas, me siento tranquilo y bendecido”, agregó el padre del menor asesinado.

Los adolescentes fallecidos fueron identificados por sus padres, como Oscar Geovany Pretzantzin García, de 14 años, quien cursaba el cuarto de primaria, se dirigía a estudiar a la escuela, caminaba junto con su amigo Moisés Enmanuel González Muñoz, de 15 años, cuando fueron sorprendidos por dos patojos sicarios que dispararon a corta distancia, pero uno de ellos corrió unos 25 metros, pero fue alcanzado y rematado a balazos. El doble crimen se cometió en la 29 avenida “B” y 23 calle de la colonia 4 de Febrero de la zona 7, a eso de las 12.50 horas.

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Como Ronald Leonardo Méndez fue identificado por medio del DPI.
Tragedia familiar

Los investigadores del Departamento de Delitos Contra la Vida de la Policía Nacional Civil señalan que hace ocho meses fue asesinado el otro hermano mayor de Oscar Pretzantzin, en el mismo lugar, la familia son originarios de Totonicapán, se sospecha que el móvil se deriva de una venganza de una clica que opera el sector, pues se trató de un crimen selectivo, mientras los peatones tuvieron que correr para evitar que fueran alcanzados por las balas perdidas. Mientras tanto, el subcomisario Gabriel Arriaga indicó: “estamos investigando el perfil de los fallecidos, sospechamos que se trató de venganza, aunque tenemos varias cámaras de vigilancia que captó las características de los atacantes”.

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